Peras de poda otoñales

Al igual que el resto de los árboles del huerto, la pera necesita una poda otoñal oportuna. Persigue objetivos algo diferentes a los de la primavera, pero esto no es menos importante.

Términos de las peras de otoño

Los lugares que se han quedado dormidos o cortan ramas innecesarias deben estar bien curados antes del comienzo de las heladas. Si la pera se corta demasiado tarde, el árbol será severamente dañado en el invierno. Es por eso que debes hacer trabajos sanitarios temprano en el jardín. Es aconsejable tener tiempo para hacerlo antes de finales de septiembre y en regiones cálidas hasta mediados de octubre.

Tipos de recorte

Clasifique tres tipos de poda: formación, soporte y rejuvenecimiento. Como regla general, la formación de la corona se lleva a cabo en forma de una poda otoñal de una pera joven. Si no se produce, el árbol se volverá incómodo para el procesamiento: pulverización, poda y eliminación de fruta.

La corona de una pera de dos años con la ayuda de la poda de otoño ya se puede dar la forma necesaria. Pero en el primer año después de la siembra, el árbol no se corta. Para formar una planta, que es más precisa para mantener una forma dada se requiere anualmente, es decir, en el otoño.

Los árboles viejos, cuya fruición activa ha terminado, se pueden hacer para "trabajar" durante varios años más. Para esto, se realiza una poda de otoño rejuvenecedora, dejando las mejores ramas que todavía son capaces de ceder.

Formas de recortar

Para recortar una pera, necesitas saber cómo hacerlo. Puedes adelgazar y acortar. Sin embargo, no vale la pena cortar las ramas mucho en otoño, es mejor dejar este procedimiento hasta la primavera. Pero el aclareo se puede hacer muy activamente, porque con el comienzo de la primavera, el crecimiento innecesario, que espesa la corona interferirá con el acceso de la luz solar.

Además, ramitas innecesarias extraen la vitalidad que el árbol podría dirigir para mejorar la calidad de las ramas principales y la fructificación. Lo mejor es recortar en el otoño, porque con el comienzo del flujo de savia, el exceso de traumatismo retrasará el desarrollo del árbol.