Sandía y melón durante la lactancia

En verano, una gran cantidad de adultos y niños se saborean con melones dulces y jugosos. Por supuesto, la sandía y el melón son muy beneficiosos, pero las madres que amamantan con frecuencia temen comerlas, por temor a dañar la salud de su hijo o hija recién nacida.

En este artículo, trataremos de determinar si es posible comer sandía y melón cuando amamantan, y cómo usar adecuadamente estas bayas para no causar daño al niño.

¿Es posible comer sandías y melones cuando amamanta?

Según la mayoría de los médicos, los melones durante el período de alimentación del bebé son simplemente necesarios, ya que contienen una gran cantidad de vitaminas y oligoelementos importantes. En particular, la pulpa de la sandía contiene una gran cantidad de ácido fólico y hierro, por lo que esta baya ayuda a aumentar el nivel de hemoglobina en la sangre de la madre que amamanta. El melón, además de los elementos anteriores, también incluye minerales importantes como sodio, fósforo, potasio y magnesio, así como vitaminas A, B, E, PP, etc.

Además, los melones contienen una gran cantidad de agua, por lo que su uso tiene un efecto positivo en la lactancia. Al mismo tiempo, en algunos casos, comer sandía y melón cuando amamanta puede ser peligroso, por lo que las madres jóvenes deben tener mucho cuidado.

Por lo tanto, estas frutas jugosas y dulces tienen un pronunciado efecto diurético que, con un consumo excesivo, puede dañar el cuerpo de una mujer. Además, no olvide que la mayoría de los melones y las sandías se cultivan con el uso de nitratos y otros productos químicos nocivos, que tienen un impacto extremadamente negativo en el estado del tracto gastrointestinal y otros órganos internos del bebé.

Finalmente, la pulpa de los melones es un alergeno bastante fuerte y a menudo causa la intolerancia individual. Para evitarlo, ingrese a la dieta de melón o sandía en lactancia debe ser muy cuidadoso, siguiendo cuidadosamente la reacción de las migas y anotando todos los cambios que se producen en su cuerpo.

Por lo tanto, en los primeros 3 meses después de la aparición del bebé, se recomienda el uso de melones y calabazas para abstenerse, y después de este tiempo para tratar de comer un pequeño trozo de fruta madura. Si no se siguió una reacción negativa del cuerpo del niño, la joven madre puede aumentar la porción diaria de sandía o pulpa de melón a 150-200 gramos.