Síndrome de la víctima

El síndrome de la víctima siempre tiene raíces en la infancia y, a menudo, la persona no se da cuenta de ello. Rápidamente se resigna al hecho de que no tiene suerte en absoluto: ser despedido del trabajo, traicionado por amigos, abandonado por sus seres queridos. Sin embargo, es importante poder enfrentar la verdad: solo después de reconocer que tienes un síndrome de víctima, puedes superarlo.

Psicología: síndrome de la víctima

Tales personas pueden estar entre mujeres y hombres. A primera vista, son personas bastante buenas, bastante positivas, pero en la vida no tienen suerte: los colegas hacen todo el trabajo, los amigos hacen lo que piden para "favores", las autoridades no aprecian el trabajo duro. Al mismo tiempo, esas personas no son brillantes, intentan no sobresalir de la multitud, dicen en voz baja, conceden fácilmente en las disputas, gesticulan con moderación, e incluso si el conflicto no ocurre fuera de ellos, preferirán disculparse.

Las personas sienten esta incapacidad para defenderse y, gradualmente, comienzan a usarla. Hay un síndrome de una víctima en las relaciones y con los colegas, y con los "amigos", y con la persona que le gusta.

Las razones, por lo general, se encuentran en la niñez: son "hijos solteros" que carecen de la atención de los padres, que siempre son la segunda persona después de un hermano o hermana que están acostumbrados a tener menos beneficios que alguien. Han visto desde la niñez como una actitud hacia ellos mismos como una persona de segunda clase, por lo cual tienen una convicción: "Soy una persona de segunda clase, no merezco algo mejor". Cualquiera que sea la creencia, la vida siempre te dará la confirmación, en cuyo caso la persona inconscientemente se rehúsa a ser amable y comprensiva y se vuelve hacia los que están listos para usarla.

¿Cómo deshacerse del síndrome de la víctima?

Para vencer el síndrome de la víctima, necesita la ayuda de un terapeuta. Pero si estás gravemente harto de este estado de cosas, reúne la voluntad en un puño y trata de actuar tú mismo:

  1. Presta atención a tus éxitos, escríbelos en un cuaderno.
  2. Presta atención a tus características positivas, escríbelas.
  3. Todos los días te dices a ti mismo: "Soy una persona excelente, digna de todo lo mejor, y mi opinión debe ser considerada".
  4. No hagas nada que no quieras, sino ayuda, no favores.
  5. Rechace los pensamientos negativos acerca de usted mismo, preste atención a lo que es bueno en usted.

Controle su pensamiento 15-20 días, y se convertirá en un hábito. Gradualmente, cambiarás el tipo de comportamiento y nunca volverás a ser una víctima. Esta información no es suficiente para leer, debe practicarse diariamente. Si no puedes tratar contigo mismo. Dirección al psicoterapeuta.