La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que ocurre en una forma crónica caracterizada por la derrota de las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal, con numerosos focos diseminados por todo el sistema nervioso central. En este caso, el tejido neural normal es reemplazado por uno conectivo, y los impulsos nerviosos dejan de fluir hacia los órganos apropiados. La enfermedad a menudo afecta a las mujeres de corta edad y edad, comenzando repentinamente por el paciente, pero la aparición de los primeros síntomas indica un proceso patológico a largo plazo.
Los primeros síntomas de la esclerosis múltiple en mujeres
Con esta enfermedad, como regla, hay períodos de exacerbación y remisión. Manifestaciones de sus múltiples caras y que dependen de la localización de las zonas afectadas, causando defectos neurológicos. Las exacerbaciones son provocadas por diversos factores: hipotermia o sobrecalentamiento del cuerpo, infecciones bacterianas y virales, sobrecarga emocional, etc.
Los síntomas de la esclerosis múltiple en mujeres en la etapa inicial pueden ser tan indistintos e inestables que los pacientes a menudo no les prestan atención y no consideran necesario consultar a un médico. En otros casos, por el contrario, la patología se manifiesta por trastornos agudos significativos, que no pueden sino alertar, y progresa muy rápidamente.
El cuadro clínico de la patología en la etapa inicial puede incluir los siguientes síntomas:
- violación, inestabilidad de la marcha;
- disminución o aumento del tono muscular;
- debilidad en una o más extremidades;
- visión deteriorada en uno o ambos ojos (estrabismo, mala agudeza visual , falta de habilidad para distinguir colores, etc.);
- dificultad del habla (como regla, brusquedad de la pronunciación de las palabras, discurso borroso y borroso);
- violación de la escritura a mano;
- dolor en la columna vertebral, en los músculos;
- disminución o pérdida de sensibilidad en un área particular del cuerpo;
- sensación de hormigueo, ardor o entumecimiento en las extremidades o en áreas pequeñas del cuerpo;
- temblor de extremidades;
- alteración de la sensación térmica;
- fallas vestibulares (mareos, a veces con náuseas y vómitos);
- memoria deteriorada , atención;
- inestabilidad emocional, frecuentes condiciones depresivas;
- fatiga rápida del cuerpo;
- alteración del intestino y el sistema urinario (estreñimiento, diarrea, incontinencia urinaria;
- trastornos sexuales y muchos otros. otro