Sobredosis de vitaminas

Guiados por la información de los anuncios y las recomendaciones de los fabricantes, muchas personas toman vitaminas todo el año y sin control, incluso sin consultar a un médico. Sin embargo, no todos saben que una sobredosis de vitaminas puede ser mucho más peligrosa que su deficiencia. Por lo tanto, el miedo a la deficiencia de vitaminas conduce a otro problema: la hipervitaminosis.

¿Qué es hipervitaminosis?

Las vitaminas son sustancias orgánicas necesarias para el desarrollo normal, el crecimiento y el funcionamiento del cuerpo humano. Su ausencia o deficiencia puede conducir a enfermedades bastante graves.

La necesidad de un organismo en vitaminas varía y depende de muchos factores: edad, sexo, gravedad de la enfermedad, naturaleza del trabajo, etc. Sin embargo, esta necesidad es al mismo tiempo una barrera que no necesita ser excedida, de lo contrario amenaza con consecuencias desagradables.

Dos formas de hipervitaminosis se dividen: agudas y crónicas. La hipervitaminosis aguda ocurre con un solo uso de dosis muy grandes de la vitamina, crónica, con una ingesta prolongada de vitamina D en dosis más altas. Además, la hipervitaminosis puede ocurrir con el uso de pequeñas dosis de vitamina, a las cuales hay una sensibilidad especial.

Muy a menudo, la hipervitaminosis ocurre cuando hay una sobredosis de vitaminas liposolubles: A, D, E y K. Estas vitaminas, a diferencia de las solubles en agua, tienen la capacidad de acumularse en el cuerpo.

Sobredosis de vitamina A

La hipervitaminosis aguda de la vitamina A provoca dolores de cabeza, náuseas, vómitos, convulsiones, pérdida del conocimiento, erupciones cutáneas.

Los síntomas característicos de la sobredosis crónica de vitamina A son: irritabilidad, trastornos del sueño, micción frecuente, sequedad y pérdida de cabello. Junto con esto, hay una violación de la función hepática, una disminución en la producción de protrombina (una proteína que afecta la coagulabilidad de la sangre), que conduce al desarrollo de hemólisis, sangrado de las encías, hemorragia nasal. Espuelas dolorosas pueden aparecer en los huesos.

El exceso de vitamina A también afecta la producción de minerales suprarrenales, corticoides, lo que provoca un retraso en el cuerpo de sodio, cloro, agua, es decir conduce a hinchazón y dolor de huesos. A menudo, cuando se observa una sobredosis de esta vitamina, se observa hiperpigmentación de la piel y durante el embarazo esto puede conducir a un trastorno del desarrollo del feto.

Sobredosis de vitamina D

La hipervitaminosis de la vitamina D es muy peligrosa e incluso puede causar la muerte. Las manifestaciones típicas de su sobreabundancia son: pérdida de apetito, dolores de cabeza, malestar general, náuseas, aparición en la orina de proteínas y leucocitos. En este caso, las sales de calcio se eliminan de los huesos y se depositan en la glándula suprarrenal, el riñón, el hígado y los vasos sanguíneos. Y esto amenaza la formación de trombos, la exacerbación de la aterosclerosis, los cambios en la actividad del sistema cardiovascular y otros órganos.

El daño esencial al exceso de esta vitamina puede traer a los niños. Las convulsiones, el retraso del crecimiento, los cálculos renales no son una lista completa de las consecuencias negativas.

Sobredosis de vitamina E

Hoy en día, una sobredosis de vitamina E es una ocurrencia frecuente, que se asocia con información sobre los beneficios de los antioxidantes. Pero la vitamina E "extra" puede conducir no solo a dolor de cabeza, debilidad y alteración del funcionamiento de los intestinos (diarrea, espasmos, enterocolitis), sino también a disfunciones graves en el sistema inmunitario.

Además, la hipervitaminosis de esta vitamina afecta la actividad del sistema nervioso central y puede conducir a un salto brusco en la presión arterial, hasta la crisis hipertensiva.

Sobredosis de vitamina K

La hipervitaminosis de la vitamina K se observa muy raramente, ya que esta vitamina no es tóxica. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que es capaz de causar una interrupción en el proceso de coagulación de la sangre, que puede ser indeseable en ciertas enfermedades.

Sobreabundancia de vitaminas solubles en agua

Las consecuencias negativas conducen a una sobredosis de vitaminas solubles en agua, que se excretan en la orina. Por lo tanto, el exceso de vitamina B conduce a la intoxicación, se convierte en dolores musculares, aumento de la presión, aumento del hígado.

Una sobredosis de vitamina C conduce a un aumento de la presión sanguínea, a una actividad cardíaca alterada, a una mayor coagulación de la sangre y a la fragilidad de los vasos sanguíneos.

Por lo tanto, para evitar el desarrollo de hipervitaminosis, la ingesta de vitaminas, así como de medicamentos, debe realizarse de acuerdo con la prescripción del médico y bajo su supervisión.