Tiroiditis Hashimoto

Tiroiditis de Hashimoto - o tiroiditis autoinmune (linfomatosa) es una enfermedad crónica que conduce a la destrucción de la glándula tiroides debido a la exposición a células de factores autoinmunes. La enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de mediana edad, pero los casos también son comunes entre los jóvenes.

A pesar del hecho de que el estudio de la enfermedad fue iniciado por el médico japonés Hakaru Hashimoto (después del cual fue nombrada) hace más de 100 años, no hay información precisa sobre las causas de la enfermedad. Pero se reveló que la tiroiditis autoinmune de Hashimoto es hereditaria. Además, existe un vínculo innegable entre la ecología de la localidad y la tasa de incidencia entre la población. Los factores predisponentes pueden ser infecciones virales migradas y situaciones estresantes profundamente experimentadas.

Síntomas de la tiroiditis Hashimoto

Los expertos señalan que la sintomatología de la tiroiditis autoinmune depende de la gravedad de la enfermedad. Como regla, las manifestaciones de hipotiroidismo e hipertiroidismo son típicas para los pacientes. Con una producción excesiva de hormonas, se observa tiroxina:

Para los pacientes con glándula tiroides atrofiada y, en consecuencia, con secreción insuficiente, se caracterizan por:

Si la enfermedad no se trata, se puede presentar una disminución de la memoria, una pérdida de la claridad de la mente y, finalmente, demencia (demencia senil). Otras complicaciones son posibles:

Diagnóstico de tiroiditis Hashimoto

Si sospecha una tiroiditis de Hashimoto, debe contactar a un endocrinólogo. El médico realiza un examen general, recopila una anamnesis y designa pruebas para identificar el nivel de la hormona y los autoanticuerpos antitiroideos. Para determinar el grado de desarrollo de la enfermedad, se recomienda una glándula tiroides usando una máquina de ultrasonido.

El tratamiento de la tiroiditis Hashimoto

Si se diagnostica tiroiditis de Hashimoto, es necesario un control constante para el endocrinólogo, incluso si no hay cambios pronunciados en el fondo hormonal, y no se prescriben preparaciones especiales. Un paciente que está registrado con un especialista debe estar a tiempo para los exámenes y al menos una vez cada seis meses para donar sangre para el análisis.

El tratamiento de la tiroiditis autoinmune Hashimoto se basa principalmente en la aproximación del nivel de tiroxina a la norma. Las indicaciones para el tratamiento de la tiroiditis Hashimoto son bocio tóxico difuso o hipotiroidismo. El médico designa al paciente una tiroxina sintetizada. Además, se recomienda el uso de preparados que contengan selenio. En casos de un gran aumento de bocio con compresión de la tráquea o vasos del cuello y la formación de ganglios (especialmente el tamaño de más de 1 cm), se realiza una operación quirúrgica. Además, si se sospecha un carácter maligno de la formación, una biopsia por punción glándula tiroides, y cuando se confirma el diagnóstico, una intervención de operación es obligatoria.

Con el desarrollo del hipotiroidismo, se prescribe una terapia que proporciona la regresión del bocio en las dosis determinadas individualmente por el médico tratante. Las más populares para hoy son las preparaciones farmacéuticas:

Con una terapia oportuna y adecuada, el pronóstico es bastante favorable.