Experiencia de vida

Las personas a las que les gusta enseñar a otros a vivir, creen que tienen derecho a hacerlo, porque tienen una rica experiencia de vida detrás de sus hombros, pueden dar cientos de ejemplos de situaciones diferentes y el comportamiento correcto en ellos. Pero, ¿puede ese consejo ser efectivo?

¿Por qué necesitamos experiencia de vida?

Por un lado, la respuesta a esta pregunta yace en la superficie, la experiencia de vida es necesaria para nosotros, de modo que tenemos la oportunidad de adquirir conocimientos, habilidades y habilidades. No recuerdes lo que nos sucede, es decir, si no obtenemos esta experiencia, cada vez tendremos que aprender a caminar de nuevo, sostener una cuchara, etc. La experiencia de vida nos ayuda no solo a obtener nuevos conocimientos, sino también a recordar nuestras acciones erróneas para que no tengamos que repetirlas nuevamente. La falta de experiencia suele ser una fuente de miedo de las personas, en la mayoría de los casos, un miedo al fracaso. En el caso de que una persona tenga experiencia en la realización de cualquier trabajo, aunque sea insignificante, muchas tareas se pueden resolver más rápido y más fácilmente que para las personas que no tienen habilidades para tal trabajo.

Por lo tanto, la experiencia de vida es un mecanismo poderoso que nos permite adaptarnos a la realidad circundante.

¿La experiencia de vida siempre es útil?

A pesar del hecho de que en muchos casos su experiencia de vida puede ser útil, puede ser útil no siempre, y si se trata de la experiencia de alguien más, a menudo simplemente no podemos percibirla. Hay muchos ejemplos donde la madre, guiada por su rica experiencia de vida, le enseña a su hijo qué hacer y qué no. ¿Qué en este caso hace el niño? Casi siempre va en contra de las palabras de la madre, a veces por un sentimiento de contradicción, pero más a menudo porque la experiencia de los demás, incluso en la adultez, no siempre se percibe, todos debemos intentarlo nosotros mismos.

Al madurar, ganamos la capacidad de escuchar las opiniones de los demás, pero escuchar los consejos de otras personas, es decir, asumir el arsenal de la experiencia de vida de otra persona solo puede cuando lo deseemos. Es decir, si una persona necesita asesoramiento, él le preguntará (irá a la capacitación o cursos), las recomendaciones no invitadas no serán escuchadas.

Con nuestra experiencia de vida, tampoco es tan simple, la necesitamos, pero a veces nos encontramos atrapados en ella. Al estar en una situación de vida similar, nos parece que todo sucederá, como fue la última vez, y por lo tanto actuamos en consecuencia. El problema aquí es que no existen situaciones absolutamente idénticas, y mirando al mundo a través del prisma del pasado, perdemos la oportunidad de ver otras soluciones. Entonces la experiencia es algo bueno, pero no necesitas olvidarte de la vida en el presente.