Mujer inteligente

Existe la opinión de que a los hombres no les gustan las mujeres inteligentes. Incluso para tenerles miedo, evitan y no quieren tener nada en común con ellos. Por eso prefieren chicas tontas y feas. ¿Pero dónde llegar a las mujeres inteligentes y este es realmente el caso? Tratemos de averiguarlo.

Los estudios muestran que una proporción significativa de la población masculina (aproximadamente el 35%) considera que la mente femenina es una cualidad positiva, mientras que al mismo tiempo enfatizan que sus esposas deberían ser aún más modestas y más propensas a escuchar la opinión del marido. Si lo piensas bien, debido a todos los movimientos feministas actuales, las mujeres generalmente sufren y no importa cómo busquen la igualdad con los hombres, es poco probable que beneficie a alguien. Históricamente, un hombre cumple su función, y su mujer, en contra de la naturaleza, no puede pisotear, como dicen. La lucha constante por un lugar bajo el sol solo lleva a decepciones en ambos lados.

¿Por qué los hombres temen a las mujeres inteligentes?

Es muy simple: el miedo a la inconsistencia. Una mujer inteligente siempre, en todas partes y todo a un nivel: trabajo, familia, vida. Dio la casualidad de que los muchachos necesitan sentir su superioridad y está claro que si se siente incómodo al lado de la chica, entonces no lo permite en su mundo. En consecuencia, solo los hombres débiles temen a las mujeres inteligentes. Y solo las mujeres estúpidas: siempre pretenden que son extremadamente inteligentes. La mente en este caso no es un indicador de inteligencia, sino de sabiduría.

¿Cómo convertirse en una mujer inteligente y sabia?

A menudo, una niña inteligente es muy responsable, no se permite relajarse, siempre mantiene todo bajo control. Pero es importante recordar que incluso la representante femenina más inteligente debe tener sus propias pequeñas debilidades: a veces cede a las emociones y no siempre actúa según el plan. Y, por supuesto, si una mujer quiere un hombre joven y se siente cómoda en conjunto, le dará las riendas de la gestión a manos masculinas fuertes, y no reclamará un lugar de primacía. Tal niña elogiará a su elegido, consultará con él, no regañará a las personas, sentirá una medida en todo y será autosuficiente.

Una mujer inteligente es, sobre todo, una mujer sabia. Y esa mujer siempre encontrará la armonía entre la mente y la estupidez.