El accidente cerebrovascular hemorrágico ocurre como resultado de la ruptura espontánea de los vasos sanguíneos del cerebro y se acompaña de una hemorragia en la sustancia del cerebro. Esto puede deberse a un aumento de la presión arterial, aterosclerosis, aneurismas vasculares, enfermedades de la sangre u otros factores patológicos. El mecanismo de disparo puede ser estrés físico intenso, estrés, exposición prolongada al sol, etc.
¿Qué afecta la gravedad de las consecuencias del accidente cerebrovascular hemorrágico?
Con el fin de evitar la formación de cambios irreversibles en los tejidos del cerebro, el tratamiento del accidente cerebrovascular debe comenzar en las primeras tres a seis horas desde el momento de la aparición de los síntomas iniciales. En general, las consecuencias del ataque cerebrovascular hemorrágico dependen de:
- localización de la lesión en el cerebro;
- la cantidad de daño;
- el estado del sistema de coagulación de la sangre;
- edad;
- presencia de dolencias concomitantes;
- puntualidad de la primera asistencia médica.
Las principales consecuencias del accidente cerebrovascular hemorrágico
Trastornos del movimiento
- paresia muscular y parálisis;
- interrupción de la coordinación y el movimiento;
- dificultades para hablar y tragar;
- disfunción del intestino y la vejiga.
- trastornos de la esfera emocionalmente sensible:
- trastornos de memoria y pensamiento;
- comportamiento y percepción inadecuados;
- depresión;
- ataques dolorosos, etc.
Con un accidente cerebrovascular hemorrágico en el lado izquierdo del cerebro, las consecuencias pueden ser las siguientes:
- trastornos del habla;
- lesiones musculares del lado derecho del cuerpo;
- incapacidad para leer y escribir;
- la imposibilidad de percibir nueva información;
- cerramiento;
- falta de iniciativa;
- pérdida de la capacidad de autoservicio;
- pérdida de la percepción adecuada de sí mismos y del mundo que los rodea.
Las consecuencias del accidente cerebrovascular hemorrágico en el lado derecho son:
- trastornos del lado izquierdo de las funciones motoras;
- pérdida de todas las formas de sensibilidad;
- alteraciones de los movimientos oculares;
- visión deteriorada;
- violación del proceso de deglución;
- trastornos del sueño;
- síndrome de dolor central
La consecuencia más grave del accidente cerebrovascular hemorrágico puede ser un coma, una condición inconsciente, las predicciones en las que en la mayoría de los casos son muy decepcionantes.
Con la diabetes concomitante, el accidente cerebrovascular hemorrágico es más grave y sus consecuencias son siempre más graves, lo que requiere un tratamiento y una recuperación prolongados. En algunos casos, para eliminar las consecuencias del accidente cerebrovascular hemorrágico, es necesario realizar una operación neuroquirúrgica (por ejemplo, con hematomas hemisféricos grandes, hemorragia cerebral, etc.).