La distonía vasto-vascular (VSD) es un complejo de síndromes en el que se observan violaciones del funcionamiento de prácticamente todos los sistemas del cuerpo, pero más aún del sistema cardiovascular.
¿Cuándo se requiere tratamiento?
Las principales manifestaciones de la TIR son:
- aumento de la fatiga;
- ansiedad ;
- frecuentes dolores de cabeza;
- adaptación pobre a las condiciones climáticas cambiantes;
- aumento de la sudoración;
- palpitaciones del corazón;
- Palidez
- entumecimiento y extremidades frías, etc.
El tratamiento de la distonía vegetativa-vascular en mujeres se prescribe teniendo en cuenta los signos predominantes de la patología, el origen de los trastornos, las características individuales del organismo. Se requiere un enfoque integrado, que incluye varias direcciones, que incluyen:
- terapia de drogas;
- dieta correcta, dieta saludable;
- normalización de la relación del régimen de trabajo y descanso, sueño;
- normalización de la actividad física;
- psicoterapia personal;
- procedimientos de endurecimiento, etc.
Con la corrección oportuna en la mayoría de las mujeres que sufren de distonía vegetativa-vascular, la gravedad de muchos síntomas y la frecuencia de su aparición disminuyen, el sueño y el apetito se normalizan y se restablece el potencial de adaptación del organismo.
Tratamiento medicamentoso de la distonía vegetativa-vascular en mujeres
Antes del nombramiento de fármacos para el tratamiento de la distonía vegetativa-vascular en mujeres se realiza un complejo de medidas diagnósticas, que incluye pruebas clínicas generales, un electrocardiograma y un ecocardiograma del corazón, diversas pruebas respiratorias, etc. Muy importante es la recopilación de anamnesis, información sobre las enfermedades de los familiares. Todos los medicamentos se nombran individualmente y se toman bajo supervisión médica.
Con esta patología, se pueden prescribir los siguientes grupos de medicamentos:
- sedantes;
- antidepresivos;
- tranquilizantes;
- fármacos nootrópicos (sustancias que estimulan la función cerebral y aumentan el potencial energético del cuerpo);
- preparaciones de potasio (para mantener la elasticidad y fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos);
- complejos vitamínicos y minerales;
- cerebroangiocorrectores (para la normalización de la circulación cerebral);
- fármacos antihipertensivos;
- drogas antiarrítmicas;
- vasodilatadores, etc.