Hatha Yoga para principiantes

Hatha Yoga para principiantes es una gran oportunidad para comprender la antigua sabiduría india y armonizar su vida con ejercicios conocidos durante muchos siglos seguidos. Este sistema asume un efecto complejo en el cuerpo: en el hueso, en el sistema muscular y en el sistema nervioso, así como en todos los sistemas internos del cuerpo. Las clases son tan útiles y agradables que son uno de los tipos más populares de actividad física entre las estrellas de Hollywood.

Los beneficios de Hatha Yoga

Hatha yoga: yoga estático: ocupa la posición correcta del cuerpo y lo hace todo por usted. Y el efecto es obvio tanto a nivel externo como interno:

Hatha Yoga implica ejercicios que afectan perfectamente a todo el cuerpo como un todo. Sin embargo, no debemos tomar lecciones como una cuestión de moda, es importante aceptar espiritualmente todos los postulados del yoga, que implican el rechazo de las pasiones terrenales y la fusión espiritual con el Creador. En un sentido más específico, hatha yoga es el camino al raja yoga, que implica meditación profunda.

Hatha Yoga: contraindicaciones

El yoga es increíblemente útil para una persona, pero, como siempre, no para todos. Las posturas de Hatha Yoga no deben practicarse en los siguientes casos:

Es importante entender que bajo la supervisión de un maestro experimentado en yoga, algunos estados son incluso susceptibles de tratamiento, pero para los principiantes esto suele ser difícil, ¡y usted no puede hacer nada por su cuenta!

Hatha Yoga para principiantes: Ejercicios

Hatha Yoga ofrece asanas (ejercicios especiales), que deben ser reemplazados sucesivamente uno tras otro. Un elemento importante es la respiración correcta y correcta, que agrega un efecto curativo a las ocupaciones. Para empezar, puedes dominar tres poses simples:

  1. Tadasana o la pose de la montaña: la pose más simple. Párese derecho, pies juntos, manos a lo largo del cuerpo. Completamente enderezar, pero sin tensión. Siente cada célula del cuerpo, imagina que tus pies como raíces se fortalecen en el suelo. Respirar es gratis.
  2. Urdhva-hastasana, otra pose simple. Desde la postura anterior, debes levantar los brazos por encima de tu cabeza mientras inhalas, juntando las manos. Tire hacia arriba, sienta cómo se estira la columna vertebral. Para mirarlo es necesario ya sea hacia adelante o hacia arriba. Respire libremente, permanezca en esta posición durante unos segundos y luego, con una exhalación, baje las manos. Repite 3 veces
  3. Pada-hastasana (uttanasana). Desde la postura anterior, inclínate hacia adelante, toca tus manos en el suelo, sin doblar las piernas. Relaje su espalda, "povisite".

Si el rendimiento de este complejo más simple te brinda placer y sientes que es tuyo, puedes practicar yoga más allá, aprendiendo nuevas asanas, complicándolas gradualmente.