Nutrición para la hepatitis C

Todo el mundo sabe que la hepatitis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al hígado de una persona. La hepatitis C no puede ser "derrotada" en 1-2 meses, el tratamiento puede durar bastante tiempo. Por lo tanto, los especialistas prestan especial atención a los factores de sus pacientes que contribuirán a la recuperación. Lo más importante para la hepatitis hepática es la nutrición.

Nutrición adecuada con hepatitis C

La hepatitis C es el tercer tipo de enfermedad que afecta al hígado. Esta es una de las variedades más complejas de la enfermedad, porque el virus, cuando se ingiere, penetra instantáneamente en sus células más pequeñas. Por lo tanto, el proceso de recuperación de la hepatitis C requiere una nutrición que restablezca el hígado.

La dieta debe incluir alimentos ricos en vitaminas: verduras, frutas y bayas, productos lácteos, carne y pescado hervidos, platos de cereales y legumbres, semillas y nueces. Permitirán que el cuerpo de un paciente con hepatitis C obtenga suficiente energía y energía para combatir la enfermedad. Para los productos anteriores, los médicos agregan una gran cantidad de líquido consumido por el paciente durante el día. Y el líquido puede considerarse agua mineral sin gas, té verde , jugos naturales recién exprimidos e incluso sopa. Por lo tanto, los dulces, salados y grasos con dicha enfermedad hepática están categóricamente contraindicados, ya que sus propiedades no aportan ningún beneficio, por nada hacen que el hígado trabaje duro. Como consecuencia, se altera la composición bioquímica de la sangre, aumenta el nivel de glucosa en sangre y se reduce repetidamente la eficacia de los fármacos.

Hepatitis C - dieta y nutrición

La nutrición para la hepatitis C debe diseñarse de tal manera que excluya completamente el uso de café, alimentos enlatados, productos semiacabados (incluidos los congelados) y también alcohol. A pesar de la complejidad de la enfermedad, los expertos han desarrollado una dieta moderada. Se compone de 5 comidas durante todo el día. Todos los platos deben cocerse primero al vapor o hervidos, luego, molidos hasta obtener un estado de puré. Se ve así:

  1. Al paciente se le ofrece avena de desayuno, requesón y un vaso de té
  2. Como segundo desayuno, es mejor comer una manzana verde de tamaño mediano.
  3. El almuerzo consiste en sopa de verduras con una rebanada de carne baja en grasa y compota.
  4. Para la cena, pescado magro hervido, puré de patatas y un vaso de té
  5. La última comida, antes de acostarse, un vaso de yogur y un poco de galletas magras.

La nutrición para la hepatitis C excluye por completo el consumo de azúcar, pero puede reemplazarse por bayas dulces y frutas, por ejemplo, plátanos.