En muchos países europeos, el hígado todavía se considera un manjar, a partir del cual se preparan los platos más deliciosos. Pero aparte del sabor notable, este producto tiene muchas propiedades útiles.
Hoy en día, a menudo el hígado de ternera o de pollo se usa para perder peso o simplemente para fortalecer su salud. ¿Cuál es exactamente la sustancia de este producto y por qué es tan apreciado? Te lo diremos ahora.
Propiedades útiles del hígado
Incluso en la antigüedad las personas usaban el hígado para curar la mayoría de las enfermedades crónicas e incluso aconsejaban usarlo para el alcoholismo. Hoy en día, las mujeres embarazadas y los niños las consumen activamente porque el hígado contiene ácido fólico y yodo, que son tan necesarios para un organismo en crecimiento.
Además, el hígado es rico en proteínas de alto grado enriquecidas con cobre y hierro. También contiene sodio, magnesio, calcio, fósforo , zinc; vitaminas del grupo B y la mayor parte de aminoácidos: triptófano, metionina y lisina. Pero una de las propiedades más útiles del hígado es una gran cantidad de vitaminas A, D y B, que proporciona salud renal, normaliza la función cerebral, mejora la vista, suaviza la piel, hace que el cabello sea grueso y tenga dientes fuertes. Además, el hígado contiene heparina, una sustancia que normaliza la coagulación de la sangre, por lo que es muy útil en la diabetes, la aterosclerosis y las personas propensas a la trombosis.
Hígado para perder peso
Debido a su ligereza y utilidad, este producto también es famoso como alimento utilizado para diversas dietas. Ya que ha decidido luchar con kilos de más y al mismo tiempo fortalecer su salud, es mejor usar hígado de ternera o de pollo para perder peso. Estos productos son bajos en calorías y contienen
El uso para adelgazar hígado de bacalao es extremadamente irrazonable. Este producto tiene un 98% de calorías, en 100 gramos hay 65.7 gramos de grasa, 4.2 gramos de proteína y 1.2 gramos de carbohidratos . Por lo tanto, no se puede llamar dietético y lo mejor es usarlo uno, como máximo, dos veces por semana.