La dieta para la neumonía es una condición importante para una pronta recuperación. Es importante no tomar la fuerza del cuerpo, sino agregarlos, eligiendo una comida fácil y nutritiva. Por lo general, se le ofrece al paciente que comience a limpiar el estómago con un laxante, y luego le ofrece mucha bebida y comidas livianas.
Nutrición para la exacerbación de la neumonía
Durante este período, la nutrición terapéutica para la neumonía debe seleccionarse con especial cuidado. Para hacer esto, crea un menú de estos productos:
- jugos de frutas y vegetales, bayas;
- leche y cualquier producto de leche fermentada;
- caldos de carne y pollo;
- té verde y negro, caldo de dogrose;
- vegetales, frutas frescas, frutas secas;
- cereales y pasta;
- carne magra, pescado, pollo;
- cariño, mermelada.
La nutrición de un niño con neumonía consiste en los mismos productos, mientras que es importante considerar que el apetito en este momento se reduce significativamente, y usted necesita convencer al niño, al menos, de que tome el caldo.
Es importante comer una fracción: aproximadamente 5-6 veces al día en pequeñas porciones de alrededor de 200-300 gramos. Este enfoque proporciona una recarga regular al cuerpo, pero no le consume mucha energía, al igual que esta cantidad de tres comidas abundantes al día.
Es importante distribuir los productos correctamente en una dieta con neumonía: para el desayuno - gachas, para la cena - sopa, para la cena - un poco de carne con guarnición de verduras, y entre estas comidas básicas para tomar caldos, bebidas de frutas, jugos, frutas. Este enfoque le permite ponerse en pie rápidamente.
Nutrición después de la neumonía
Incluso cuando todo lo peor ha pasado, la dieta después de la neumonía sigue siendo necesaria, porque el cuerpo ha perdido mucha energía y necesita restauración:
- té verde, grosella negra y negra;
- caldos de dogrose y hierbas;
- Vegetales y frutas frescas, así como vegetales y verduras de hoja verde;
- leche y productos de leche agria;
- carne baja en grasa, aves de corral, pescado;
- caldos sueltos;
- pollo y huevos de codorniz;
- mermelada, miel, mermelada;
- pan, cereales, pasta;
- cualquier jugo, bebidas de frutas, agua mineral.
Por supuesto, la comida no debe ser demasiado abundante, para que el cuerpo pueda restaurarse armónicamente y no distraerse con la digestión de alimentos pesados. Además, no se recomienda ningún alimento graso y frito.
Esta dieta debe ser observada, al menos por otras dos o tres semanas después de la recuperación final, y solo entonces puede incluir aquellos alimentos y métodos de preparación que fueron previamente prohibidos. Lo principal es hacer esto gradualmente, de lo contrario, el cuerpo puede "rebelarse" contra tales cambios.