Salsa de jengibre

El jengibre se conoce con razón como especias "calientes", ya que tiene un efecto de calentamiento en el cuerpo humano. Salsas hechas de jengibre, muy adecuadas para el pescado, platos de carne, arroz, verduras guisadas. Veamos algunas recetas interesantes para la salsa de jengibre.

Salsa de miel y jengibre

Ingredientes:

Preparación

Para la salsa de jengibre tomamos la raíz de jengibre, limpiamos y molturamos en una licuadora. En esta mezcla, agregue miel, aceite de oliva y un poco de vinagre. ¡Todo, la salsa de carne está lista!

Salsa de jengibre y soja

Ingredientes:

Preparación

Tomamos una raíz fresca de jengibre, limpiamos, frotamos con un rallador pequeño o mojamos con la ayuda de una licuadora. Las cebollas también son peladas y ralladas. En un tazón, extender las gachas de jengibre y cebolla, agregar el aceite vegetal y batir bien hasta que quede suave. Agregue suavemente vinagre de sidra de manzana y mezcle todo de nuevo.

Vertimos salsa de jengibre en la fuente de salsa y los servimos a esos platos, el sabor único y refinado del que desea enfatizar.

Salsa de jengibre y ajo

Ingredientes:

Preparación

Limpiamos el jengibre y el ajo con anticipación. El jengibre se limpia con bastante facilidad, como una papa. Luego corte el jengibre en trozos pequeños para evitar daños a la licuadora durante la cocción. Luego corte la raíz cortada junto con el ajo en el recipiente de la licuadora y muela hasta que se obtenga una masa homogénea. También puede usar una picadora de carne, la única diferencia es que en la licuadora la salsa es más pastosa y picante. Puede organizar la salsa terminada en frascos y guardarla en su refrigerador, utilizándola como un regalo del cielo para sus obras maestras culinarias. Esta salsa se almacena durante mucho tiempo, por lo que recomendamos que la prepare para usarla en el futuro.

Salsa de naranja y jengibre

Ingredientes:

Preparación

Una ralladura de limón, una naranja y una raíz de jengibre que frotamos en un rallador pequeño. Agregue a ellos pasas, azufaifo, miel, jugo de limón y mostaza. Todo completamente aplastado en una masa homogénea con una licuadora. ¡La salsa de naranja y jengibre está lista!